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Los cinco sentidos: partes y función

Los cinco sentidos del ser humano son la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. Cada uno de ellos está relacionado con un órgano del cuerpo humano. El sistema nervioso recibe señales e información de dichos órganos para poder saber qué pasa en el exterior y poder actuar en consecuencia. En CurioSfera-Ciencia.com, te explicamos qué son los cinco sentidos y sus partes.

Ver el funcionamiento del aparato circulatorio

¿Cuáles son los órganos de los 5 sentidos?

El cuerpo humano tiene muchos órganos. Pero existen 5 que son especiales, son los órganos de los sentidos. Ellos son los que te permiten poder ver, escuchar, oler, saborear y tener sensibilidad táctil. Pero ¿Cuáles son?:

  • El órgano del sentido de la vista (la visión) son los ojos.
  • El órgano de sentido del oído (la audición) son los oídos.
  • El órgano del sentido del olfato es la nariz.
  • El órgano del sentido del gusto es la lengua.
  • El órgano del sentido del tacto es la piel.

El sistema nervioso gobierna nuestros pensamientos y nuestras acciones. Pero, para poder actuar con eficacia debe estar bien informado de lo que pasa en el ambiente del exterior. Por esta razón, contiene más de un millón de fibras nerviosas sensoriales. Estas fibras nerviosas pueden recibir información directamente, como ocurre con las que perciben el dolor, o pueden recibirla órganos muy especializados, como los ojos o los oídos.

La vista

El ojo humano tiene una forma casi esférica y su tamaño es de unos 2,5 cm de diámetro. Se mueve gracias a unos pequeños músculos. Al por mayor, podemos considerar que está formado por una cobertura de tres capas, que contienen en su interior varios elementos transparentes. Las capas de la cobertura son la esclerótica, la coroides y la retina.

cómo funciona el sentido de la vista

La esclerótica es la capa más externa, y también la más gruesa. Mide aproximadamente 1 mm de espesor y es de color blanco. Su parte delantera es lo que normalmente se denomina «blanco del ojo». La esclerótica es bastante consistente y rígida, porque tiene la misión de proteger las estructuras tan delicadas del interior del ojo.

En la parte de delante y central, la esclerótica se abomba y se vuelve transparente. Esta región, que tiene forma de casquete esférico, se denomina córnea. La luz entra en el ojo a través de la córnea.

Bajo la esclerótica hay una membrana muy fina de color oscuro, llamada coroides. En la parte de delante del ojo la coroides se despega de la esclerótica y forma un tabique que se llama iris. En el centro del iris hay un agujero llamado niña o pupila, a través del cual la luz entra en el interior del ojo.

Por la parte de atrás, el iris es tan oscuro como el resto de la coroides, pero su parte de delante, la que se ve desde fuera, puede tener colores muy diferentes: azul, verde, marrón, etc.

La retina es una membrana fina y transparente que va pegada bajo la coroides. En la retina hay repartidas miles de terminaciones de fibras nerviosas, que informan al cerebro cuando reciben la luz. Todas estas fibras se reúnen en un lugar de la retina llamado punto ciego, donde atraviesan la esclerótica y forman el nervio óptico.

Partes del ojo

El interior del ojo no está vacío, sino que está lleno de unos líquidos transparentes que los científicos llaman humores («humor» en griego significa líquido). Si no fuera por estos líquidos el globo ocular se arrugaría como una pelota desinflada.

anatomía del ojo

Hay dos clases de humores: el humor vítreo, de consistencia gelatinosa y que ocupa una buena parte del interior del ojo, y el humor acuoso, más fluido, que es en la parte de delante. El humor acuoso está separado del vítreo por una bolita transparente y elástica, situada detrás de la pupila, que tiene forma de lente convergente: el cristalino. El cristalino está suspendido en el interior del ojo mediante muchísimos hilitos del borde del cristalino a la coroides.

¿Por qué podemos ver?

Para que las terminaciones nerviosas de la retina puedan captar con toda precisión los detalles de la luz que les llega reflejada de los objetos, es necesario que en el fondo del ojo se forme una imagen exacta y reducida.

El ojo funciona aproximadamente como una máquina de fotografiar. La retina es el equivalente de la película y la córnea y el cristalino son equivalentes al objetivo. Esto es así porque actúan como una lente convergente: desvían los rayos de luz y los concentran en la retina, donde se forma una imagen.

Este mecanismo de enfoque del ojo es de una complejidad admirable, y por esta razón se entiende que no siempre sea perfecto. Cuando por la causa que sea la imagen de los objetos no se forma exactamente sobre la retina, entonces estos objetos se ven borrosos.

Cuando la imagen se forma más adelante que la retina, se dice que el ojo es miope, y cuando se forma más atrás, se dice que es hipermétrope. Por fortuna, estos y otros defectos de enfoque de los ojos, se pueden corregir llevando lentes. La miopía se compensa por medio de lentes divergentes, y la hipermetropía mediante lentes convergentes.

Normalmente las lentes para los ojos van montadas en unas gafas, y también existen las denominadas lentes de contacto o lentillas. Estas se colocan tocando la córnea y casi no se notan.

La protección de los ojos

Los ojos son unos órganos muy importantes y delicados. Por tanto, conviene que estén bien protegidos. El primer sistema de protección viene de su misma situación en la cara, ya que están alojados dentro dos cavidades del cráneo llamadas órbitas.

cómo podemos ver

Otro sistema de protección son los párpados y las pestañas. Estas dos protegen los ojos del polvo, del viento, y de los roces. Si la superficie del ojo se secara, la córnea perdería transparencia, no veríamos bien. Para evitar esto, los ojos están continuamente bañados por un líquido segregado por las glándulas lagrimales.

Estas glándulas están en la parte superior y externa de cada órbita, entre el ojo y el párpado, y se llaman así porque producen las lágrimas. Normalmente las lágrimas se hacen en pequeña cantidad, y los párpados superiores las van esparciendo por los ojos cada vez que los cierras. Pero cuando, por algo, te pones triste, las glándulas lacrimales fabrican una cantidad más grande de lágrimas.

El oído

El oído también es un sentido muy importante, gracias al cual te puedes apartar a tiempo si un coche hace sonar la bocina, puedes pasarlo bien sintiendo la música que te guste y, lo que aún es más importante, puedes escuchar lo que te dicen hablando otras personas.

Las partes del oído

Para estudiar mejor el órgano del oído, podemos distinguir tres partes, de fuera hacia dentro, que son el oído externo, el oído medio y el oído interno.

qué es el sentido del oído

Oído externo

El oído externo es la parte visible desde fuera. Está formada por el pabellón de la oreja y por el conducto auditivo. El pabellón actúa como un embudo, captando los sonidos que llegan del exterior. El conducto auditivo lleva los sonidos hasta el tímpano, que es una membrana fina que tapa el extremo interior del conducto.

Oído medio

El oído medio está localizado en la cavidad del tímpano. Esta cavidad está situada en el hueso temporal. En uno de sus lados está la membrana del tímpano, y en el otro lado hay un orificio pequeño, la ventana oval, que comunica con el oído interno.

El tímpano y la ventana oval están unidos por una cadena de huesecillos muy pequeños, que se encargan de transmitir las ondas sonoras al oído interno. El huesecito que apoya en la cara interna del tímpano se llama martillo, por la forma que tiene.

Después encontramos el yunque, llamada así porque está en contacto con la «cabeza» del martillo. Finalmente, está el estribo, que conecta el yunque con la ventana oval.

Oído interno

El oído interno también se encuentra en una cavidad del hueso temporal. Es un conjunto complicado de bolsas y líquidos que, además de contener los receptores del sonido, incluye unos órganos especiales que nos ayudan a mantener el equilibrio.

Los receptores del sonido se encuentran en un túnel lleno de líquido, llamado caracol porque está enrollado como la cáscara de este animal. El centro de este túnel es recorrido por una larga membrana, la membrana basilar. A lo largo de ésta, están las terminaciones de miles de fibras nerviosas que comunican con el cerebro.

¿Cómo podemos oír?

¿Cómo llegan los sonidos en las terminaciones nerviosas de la membrana basilar? Cuando las ondas del sonido llegan al tímpano, lo hacen vibrar. Estas oscilaciones se transmiten por la cadena de huesecillos del oído medio, de modo que, cuando el estribo oscila, empuja el líquido del caracol que rodea la membrana basilar.

Como consecuencia de los movimientos de este líquido, la membrana basilar se sacude de un modo similar a una cuerda. Entonces, las fibras nerviosas que contiene se excitan y transmiten su información en el cerebro.

El tacto

La piel es un órgano y es la parte del cuerpo humano de mayor tamaño. Se considera que una persona adulta tiene aproximadamente 2 metros cuadrados de piel. Y se calcula que pesa en total unos 5 kilos.

Partes de la piel

La piel está formada por tres capas diferentes, que de fuera hacia dentro son la epidermis, la dermis y la hipodermis («dermis» en griego significa piel).

qué es el sentido del tacto

La epidermis

La epidermis es muy delgada: suele tener menos de 1 milímetro de espesor. Crece continuamente por su base, formando capas nuevas que empujan las más antiguas hacia el exterior. Cuando llegan a la superficie, las capas más viejas se desprenden en forma de minúsculas escamas.

La epidermis es impermeable y bastante dura y rígida, gracias al hecho de poseer una sustancia del grupo de las proteínas, llamada queratina, que tiene estas propiedades. La epidermis protege el resto de la piel contra roces y fricciones, y su renovación continua le permite compensar el desgaste que puede ir sufriendo.

Gracias a su impermeabilidad, evita que el agua del cuerpo se deslice en el exterior, y por otro lado también impide que entren en nuestro organismo sustancias y microbios que podrían ser perjudiciales.

Otra función de la epidermis es protegernos de la luz excesiva. Esto lo hace con un pigmento oscuro que contiene, la melanina, que detiene el paso de la luz. La cantidad de melanina presente en la epidermis cambia según las razas y también depende del grado de exposición al sol. Ya sabes que en verano, cuando tomamos el sol a menudo, la piel se nos vuelve más oscura.

En la raíz de cada pelo hay una especie de bolsita de tamaño microscópico, la glándula sebácea. Estas glándulas fabrican sustancias grasas que se esparcen por la superficie del cabello o pelo, y de la epidermis, por lo que aumentan la flexibilidad y la impermeabilidad.

Otras glándulas muy importantes son las glándulas sudoríparas, también microscópicas. Su misión es fabricar el sudor, que es un líquido hecho de agua con algunas sales disueltas. Cuando se evapora sobre la piel, el sudor enfría el cuerpo, y de esta manera puede mantener la temperatura si, por la razón que sea (fiebre, ejercicio), se eleva excesivamente.

La dermis y la hipodermis

La dermis tiene entre 1 y 2 milímetros de espesor. Es la capa más resistente: gracias a ella la piel no se rompe si la estiras o si la comprimes. El cuero se obtiene de la dermis de animales muy diversos.

La hipodermis es la capa más gruesa de la piel. Su espesor suele oscilar entre 0,5 y 2 centímetros según la región del cuerpo y es mayor en las personas más gordas.

La hipodermis contiene una cantidad grande de bolsitas pequeñísimas llenas de grasa. Esta grasa es una reserva de alimento, que puede ser consumido si en algún momento nos falta comida, y además actúa de aislante protegiéndonos del frío.

La piel recibe señales del exterior

Una función esencial de la piel es la de recibir mensajes que vienen del exterior y remitirlos al cerebro. Mediante la piel notamos si un objeto toca nuestro cuerpo, si es duro o blando, si está caliente o frío. Además, nos enteramos de si nos duele, porque entonces nos causa dolor.

Todas estas sensaciones son posibles gracias a que, en la piel se encuentran las terminaciones de millones de neuronas sensoriales, conectadas por el otro extremo con los centros nerviosos.

Las terminaciones neuronales del dolor son las más abundantes: unas 200 por cada cm2 de piel. Esta abundancia es porque el dolor resulta un mecanismo de protección excelente, pues nos obliga a escapar inmediatamente de lo que nos duele.

Las terminaciones del tacto son las más abundantes después de las del dolor: unas 50 por cm2. De estas terminaciones hay dos clases principales: unas que detectan cualquier deformación ligera de la piel (como por ejemplo la producida por las patas de una mosca cuando camina). Y otras que detectan las presiones más intensas (como por ejemplo, aquellas que nos permiten distinguir si un objeto es duro blando).

Las terminaciones del frío y las terminaciones del calor son poco numerosas: 5 y 2 por cm2 respectivamente. Cuando el calor o el frío son muy intensos ya no se estimulan estas terminaciones, sino las del dolor.

El olfato

El sentido del olfato está situado en las narices, que son dos cavidades, los agujeros de la nariz, situadas en el interior de la cara. Las narices se abren al exterior por los dos orificios nasales y comunican por detrás con la laringe. Los dos orificios nasales están separados entre sí por un tabique central.

cómo es el sentido del olfato

Las paredes de la nariz están cubiertas por una mucosa, es decir, por una piel fina y húmeda que produce mucosidades (llamadas mocos coloquialmente). Estas mucosidades se fabrican continuamente, y sobre todo sirven para que se enganchen los microbios y el polvo que penetran con el aire que respiramos

Las terminaciones de las neuronas sensoriales del olfato están en la región superior de la nariz, en la superficie de la mucosa. Para poder oler, una sustancia debe encontrarse en forma de gas, ya que sólo así puede llegar hasta la región olfativa de la nariz.

Por medio del olfato podemos diferenciar cientos de sustancias diferentes. Las partículas olorosas que se desprenden al aire impresionan las células que constituyen la mucosa olfativa, y estas células transmiten la sensación al nervio olfativo para que finalmente llegue al cerebro.

El gusto

Al igual que el interior de la nariz, el interior de la boca también está tapizado por una mucosa. Las terminaciones nerviosas del gusto se encuentran en esta mucosa, y casi todas están localizadas en la lengua.

cómo funciona el sentido del gusto

Si miras la lengua (que forma parte del sistema digestivo) en un espejo, comprobarás que tiene en la superficie una gran cantidad de elevaciones minúsculas, las papilas, que confieren a la lengua su típico aspecto rugoso. En estas papilas están las terminaciones nerviosas del gusto.

Las terminaciones nerviosas de la lengua son capaces de detectar cuatro sabores diferentes: salado (como el de la sal), dulce (como el del azúcar), ácido (como el del limón) y amargo (como el del café). Las sustancias, sin embargo, sólo pueden entrar en contacto con las papilas si se disuelven en la saliva. También por esta razón, si la lengua está seca, no podemos notar ningún sabor.

El sabor de los alimentos no depende sólo del sentido del gusto, sino también del olfato. Cuando probamos los alimentos con la lengua, también los olemos, porque las sustancias olorosas suben por la faringe hasta la nariz. Aunque parezca mentira, si no fuera por el olor, sería prácticamente imposible distinguir, sólo por el gusto, una patata de una cebolla, o el café del chocolate.

Resumen de los cinco sentidos

  • La cubierta exterior del ojo es formada de tres capas: la esclerótica (que es la más gruesa), la coroides y la retina.
  • En su viaje hasta la retina, la luz atraviesa diversos elementos transparentes: el humor acuoso, el cristalino y el humor vítreo.
  • La oreja consta de tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno.
  • El oído externo consta del pabellón de la oreja y del conducto auditivo, al final del cual está el tímpano.
  • El oído medio va del tímpano a la ventana oval y está recorrida por una cadena de huesecillos: el martillo, el yunque y el estribo.
  • El oído interno contiene el caracol, dentro del cual están las terminaciones de miles de fibras nerviosas.
  • La piel es una capa delgada que nos aísla del exterior, protegiendo nuestro organismo e impidiendo que penetren materias perjudiciales. Además, nos mantiene comunicados con el ambiente que nos rodea, ya que las terminaciones de muchísimas neuronas que comunican con los centros nerviosos están en la piel.
  • La capa más externa de la piel es la epidermis. Su misión consiste en impedir evaporación del agua del cuerpo y evitar que penetren sustancias perjudiciales.
  • Bajo la epidermis está la dermis, que es la capa más resistente.
  • La hipodermis es la capa más interna. Es la más blanda y gruesa de todas las tres.
  • En la piel hay terminaciones nerviosas para el dolor, el tacto, el frío y el calor.
  • Las terminaciones nerviosas del olfato están situadas en la región superior de la nariz.
  • Las terminaciones nerviosas del gusto están en la superficie de la lengua.

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