Las abejas necesitan las flores de las plantas y, a su vez, las plantas necesitan que las abejas transporten el polen de una flor a otra. Los seres vivos establecen relaciones entre ellos y difícilmente podrían vivir aislados. En CurioSfera-Ciencia.com, te explicamos las relaciones entre los diferentes seres vivos, tanto las benéficas como las perjudiciales.
Hostilidad mutua entre especies
Decimos que entre dos seres vivos se establece una relación de competencia cuando ambos se perjudican disputándose los mismos recursos. Por ejemplo, si un roble y un pino nacen muy cerca el uno del otro, sus raíces se deberán repartir el agua y las sustancias minerales y sus ramas se taparán mutuamente el sol. En las grandes llanuras africanas, el leopardo encontraría más gacelas para cazar si no hubiera leones, y viceversa.
La competencia entre los individuos de la misma especie siempre es más acusada que la que hay entre individuos de diferentes especies. De este modo, es más probable que junto a un roble nazca otro roble que no que nazca un pino. Y los leones no sólo se disputan entre ellos las gacelas, sino también otros mamíferos más grandes, como las cebras, que los leopardos raramente pueden llegar a cazar.
Cuando un ser vivo perjudica otro
La explotación es la relación entre dos seres vivos en que uno de ellos se aprovecha del otro y le perjudica. Hay dos tipos de explotación: depredación y parasitismo. En la depredación, uno de los dos seres vivos (el depredador) se come el otro (la presa). En el parasitismo, uno de los dos seres vivos (el parásito), vive encima o dentro del otro (el huésped), y se alimenta.
La tenia o solitaria es un ejemplo clásico de parásito. Este animal es un gusano largo de varios metros de longitud, que vive en el intestino del hombre y se alimenta de lo que este come. Otro ejemplo de parásito son los piojos. Estos pequeños insectos sin alas viven entre el pelo del hombre y se alimentan chupando la sangre de la piel.
Algunos animales explotadores tienen características propias de los depredadores y los parásitos. Este es el caso de los mosquitos, que chupan la sangre de los mamíferos. Al igual que los otros parásitos, son más pequeños que los animales que parasitan y no matan a su víctima para alimentarse de ellos. Pero, al igual que los depredadores, una vez se han alimentado de la presa, se alejan. Algo parecido ocurre con la mayoría de los animales herbívoros.
Relaciones con beneficio mutuo: la simbiosis
Cuando dos seres vivos se relacionan, no siempre tiene que haber perjudicados. En la simbiosis, ambos salen beneficiados. Un ejemplo muy conocido de simbiosis es el que se da entre los cangrejos ermitaños y las actinias.
El cangrejo ermitaño es un cangrejo que vive en las regiones costeras del mar, y tiene la particularidad de tener el vientre blando; para protegerlo lo mete dentro de las conchas vacías de caracoles grandes, y con esta casa encima camina por el fondo marino. La actinia es un animal muy primitivo que tiene forma de saco con una abertura superior, la boca. Esta boca está toda llena de tentáculos que tienen muchos pinchitos venenosos, con las que mata a sus víctimas antes de digerir.
Cuando un cangrejo ermitaño encuentra una actinia, la coge con las pinzas y se la pone encima de la cáscara. De esta manera los tentáculos de la actinia lo protegen si algún enemigo se le aproxima para comérselo. ¿Qué beneficio obtiene la actinia? Pues que deviene viajera, y así tiene más oportunidades de encontrar alimento. Además, también se alimenta de los desperdicios de la comida del cangrejo.
Otras relaciones de ayuda mutua
Los organismos que viven en simbiosis mantienen unas relaciones muy íntimas y duraderas. Pero hay otras relaciones con beneficios mutuos que no exigen una asociación tan completa. Consideremos, por ejemplo, las relaciones que establecen los cocodrilos y unos pajaritos del grupo de las avefrías. Estos reptiles tan voraces permiten que las avefrías los limpien la boca de sanguijuelas y otros parásitos.
Este tipo de asociación entre seres vivos, que es mutuamente beneficiosa pero no constante, se denomina cooperación. La cooperación es muy frecuente entre animales de la misma especie: los que la practican forman las llamadas sociedades animales. Muchos animales viven en grupos sociales para cazar con más eficacia o para defenderse mejor de los enemigos. Las sociedades animales más complejas se encuentran entre los mamíferos, los pájaros y los insectos (termitas, hormigas y abejas).
Beneficio sin perjuicio
A veces, un ser vivo obtiene un provecho de otro ser vivo sin hacerle ningún daño, pero sin proporcionarle, tampoco, ningún beneficio. Este tipo de relación se denomina comensalismo. Ya sabes que las actinias son carnívoras y cazan sus presas con sus tentáculos venenosos. Pero hay unos peces que no son atacados por las actinias.
Estos aprovechan esta ventaja para refugiarse entre los tentáculos de las actinias cuando los ataca algún depredador: son por tanto comensales de estas. Los pájaros que se fabrican los nidos en los árboles también los podemos considerar comensales de estos.
Relación entre los seres vivos resumen
- Los seres vivos que viven en la misma región suelen establecer relaciones estrechas. Estas relaciones pueden ser de varios tipos diferentes.
- Las relaciones entre dos seres vivos son de competencia cuando se disputan los mismos recursos, y son de explotación cuando un servís se aprovecha del otro y le perjudica.
- Cuando dos seres vivos se asocian de una forma estable y en beneficio mutuo, se dice que forman una simbiosis. Cuando la asociación no es estable sino temporal, se denomina cooperación.
- En el comensalismo, un ser vivo obtiene un beneficio de otro sin perjudicarlo.
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